Los temas empleados por Lorca en su poesía no destacan por su originalidad, pues son los eternos de la poesía y aparecen de modo recurrente en su poesía.
Frecuentemente se muestran mezclados y no son tratados de forma exclusiva, de tal manera que parece que están tratados de imprevisto, como obsesiones de las que el poeta no se pueda desprender y que salen de él de forma natural y espontánea.
Los más significativos en Lorca serían:
La frustración
Se trata del tema clave de la poesía de Lorca, que limita con lo existencial. Ante todo es una vivencia personal del poeta, que por un lado se sintió muy atraído por la música desde joven y debido a la muerte de su maestro que le dejo huérfano de la música y esto se vio reflejado en los inicios de su obra. Por otro lado, de manera más íntima, su condición homosexual y su poco éxito en algunas ocasiones y la obligación, por las exigencias de la época, de ocultar sus inclinaciones.
Estas dos frustraciones terminan desarrollando en Lorca una visión del mundo y de la literatura propias. Lorca era un hombre frustrado, que era consciente de sus frustraciones y que se decidió a hacer poesía (“Escribo, porque, si no, me pudro por dentro”). Otra de sus razones fue para que nadie viviera frustrado como fue su caso.
El amor
Para el poeta, el amor es una fuerza comparable a la muerte. Se trata de un amor humano, real y carnal, que está presente durante toda su obra. No parece fácil de satisfacer el amor del que habla Lorca, las ansias de la unión afectiva a las que el poeta aspira. Se da a elegir entre dos polos; entre la satisfacción superficial del deseo y la pasión retraída del amante que genera gran frustración.
Para Lorca el amor no es solo difícil de satisfacer, sino que a la vez está siendo acechado constantemente por la muerte, que se presenta de forma violenta.
La muerte
El tema de la muerte siempre estaba presente, unido al tiempo, ya que es una consecuencia inevitable de la vida. Ambos temas aterran al poeta, porque aunque no dejan de ser algo lógico y cotidiano de nuestra existencia, Lorca los considera como una gran amenaza que no puede evitar de ninguna manera. Muchas veces se presenta de forma violenta e incluso misteriosa.
La muerte no es considerada por él como el paso hacia otra vida, sino como un muro que se interpone ante nuestra vida, no le provoca ningún sentimiento religioso y por lo tanto hay esperanza tras ella, sino un deseo de fundirse con la naturaleza, que es de donde procede el hombre.
Lorca creció en Granada, en el medio rural, como podemos ver en su obra, las tradiciones populares y la cultura del campo influyeron mucho en él.
El tiempo
Para Lorca el paso del tiempo es una condición del existir humano y siempre está presente en su obra. El paso de los años desde su infancia hacia su juventud, el cambio de las estaciones y el paso de las horas son vistas por el poeta como auténticas catástrofes personales. La incapacidad de volver al pasado para recuperar los años provocan en él un sentimiento similar al de la inevitable muerte.
El tiempo va personificado por relojes, campanadas de iglesia, madrugadas, que dan un sentido perecedero de los seres y las cosas.
El paisaje
El paisaje para Lorca es el escenario sobre el que se expone el contenido de sus poemas que a su vez, condicionan el color de éste. Muchas veces el paisaje aparece personificado con el fin de manifestar su punto de vista ante el contenido del poema.
La naturaleza está cargada se símbolos como la luna (muerte), el agua (sugerencia sexual), el caballo (potencia sexual), …