Tercera etapa – Época surrealista
Entre 1929 y 1930, Lorca está en Nueva York como becario; allí, su estilo da un gran giro. En su obra Poeta en Nueva York, trata dos terrenos distintos: la metrópolis y el propio yo, además de abrirse al verso libre. El poeta se ahoga en aquel mundo que convierte al hombre en una pieza de un gran engranaje. Con procedimientos claramente surrealistas, Lorca alza el grito en pleno crack del 29 y su protesta contra aquella colmena inhumana; los negros, en especial, merecen respeto y trato humano.